Sofía

El Caballo seguía volando en su camino escogido hacia el Sol Amarillo.

Hubo un momento que le pareció ver algo que flotaba en el aire. Se movía ágil y sencilla, era una ave que hasta no la tuvo bien cerca no pudo distinguirla.

Teniéndola a escasos centímetros de él, el Grillo también se percató de su presencia. Ambos, en ese momento, dijeron:

¡¡Es una lechuza!!

La lechuza, al escuchar el grito mútuo del Caballo y del Grillo, optó por mirarles atentamente de manera curiosa...

El Caballo paró su vuelo.

La Lechuza, con gran solemnidad les dijo: " ¡Hola! Yo me llamo Sofía, ¿y vosotros? "

...

...

Pasó un tiempo y ni el Caballo ni el Grillo supieron responderle su nombre. Pensaron de manera individual qué había pasado para que olvidaran su nombre.

Sofía dijo entonces: " Para dirijirse hacia el Sol, debéis recordar quiénes sois..."

El Caballo y el Grillo dieron una pausa en el camino y dijeron:

" ¿Cuál es nuestro nombre? "

A continuación el Caballo junto con el Grillo, comenzaron a tratar de recordar su nombre...

La lechuza en ese momento, sin más, desapareció... dejando atrás una estela tras de sí de color morado...

Caballo y Grillo siguieron indagando cuál era su nombre, viendo el camino que trazó distinto la lechuza, sabiendo que si recordaban su nombre podrían reemprender su camino de nuevo hacia el Sol Amarillo de manera libre, sencilla y abierta y quizás, sólo quizás, volver a encontrarse la Lechuza para decirle cuál era su nombre...