Caballo y Grillo estuvieron quietos y callados un buen rato...

Ambos, se cuestionaban cuál era su nombre, pues sin saberlo de buen seguro que no encontrarían el Sol Amarillo...

Poco a poco, la Oscuridad aunque ya la tenían como algo familiar, no les atemorizaba como antes. Comenzaron a creer que en ciertos momentos del tránsito que llevaban había que permanecer así, Atentos y Callados ante la Oscuridad.

Esto les permitió sentir que de la misma manera que no era malo estar en dicha Oscuridad e interiorizarla, llegaron a una conclusión que no esperaban: en Silencio, podían escucharse, sin decirse nada. Sólo algún que otro gesto, les permanecía atentos al momento el uno con el otro.

Después de un rato, ambos por separado comenzaron a ver una Luz.

Dicha Luz, aún lejana en distancia, estaba ahora paradojicamente cercana pues les tocaba directamente a sus corazones y cerebros, al mismo tiempo.

Caballo y Grillo, cerraron los ojos. Tal vez para descansar, tal vez para sentir esa Oscuridad más de cerca, más íntima hacia ellos.

En ese momento de tranquilidad y reposo aunque no se lo llegaron a decir el uno al otro, ambos coincidieron en la afirmación que sentipensaron al ver la Luz:

" Silencio. Atento. Para vivir, tienes que haber muerto. "

En ese instante T0, Caballo y Grillo cerraron los ojos y no pronuncionaron ni una sola palabra. Poco a poco, acabaron durmiéndose...

Lo que ya no vieron sus ojos fue que un manto enorme de estrellas, estrellas de todos los colores, comenzaron a brillar, iluminando el túnel-camino Aceptado. Mientras, Caballo y Grillo siguieron durmiendo...