Roca

Grillo despertó y ante él vió la maravilla del Camino Aceptado.

Quiso avisar de ello al Caballo, pero éste ya había despertado también, viendo en Silencio el camino que juntos habían hecho.

Ambos continuaron callados, atentos al paisaje que hasta ahora habían recorrido, no sólo volando, sino sintiéndolo en cada aleteo realizado.

Comenzaron a notar y ver como otros seres, se asomaban por caminos diferentes y que no coincidían con el que ellos habían trazado. Hasta ahora, Caballo y Grillo sólo veían su camino, pero ahora entendían que cada ser tenía su propio camino y que este Conocimiento, les indicó un pensamiento interior, haciéndoles sentir que el descubrimiento de su nombre estaba un poco más cerca.

Ese pensamiento, lo grabaron "a fuego lento", pues aunque ellos iban tremendamente rápidos en su tránsito por su camino, recordaron por instinto que las cosas bien hechas, suelen realizarse lentamente. Como un cocido coge más sabor si se cuece a fuego lento, como si una caricia en la piel se hace tan despacio que parece no tener fin...

Dicho pensamiento, sólo fue una palabra, la cual les esbozó una sonrisa que les impulsó de nuevo para seguir en su camino. Esa palabra fue... empatía.

Caballo y Grillo, comenzaron a hablar. Creían haber encontrado su nombre...